La “sastrería del gobierno” le hizo un traje a medida a Jan De Nul
El pliego licitatorio de la hidrovía contiene requisitos que solo el actual proveedor de dragado puede cumplir. Sospechas frente a un exiguo plazo para la presentación de ofertas que está limitado por las fiestas de fin de año y la feria judicial.
El Gobierno nacional anunció el llamado a licitación para la privatización de la Vía Navegable Troncal (VNT), en un esquema que volverá a ser de concesión privada, a riesgo empresario. Dicha licitación será llevada adelante por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación.
De la lectura del pliego surge un hecho incontrastable: la única empresa que está en condiciones de cumplir con los requisitos impuestos es la belga Jan De Nul, que actualmente provee el servicio de dragado por una contratación directa de la Administración General de Puertos (AGP).
Lo primero que llama la atención es el exiguo plazo del 29 de enero de 2025 para presentar las ofertas. Con las fiestas de fin de año y la feria judicial por delante, pareciera ser que la idea es que se presente la menor cantidad de ofertas posibles cuando debiera ser todo lo contrario para lograr mayor transparencia y competitividad.
Si con esto no alcanzara para dificultarle las cosas a los posibles oferentes, el pliego no permite hacer consultas vía e-mail, algo que no se ve en ningún lugar del mundo en este tipo de procedimientos.
La experiencia específica de dragado en vías navegables similares a la VNT también sorprende. Por sus exigentes requisitos, solo Jan De Nul puede acreditarla.
Algo parecido sucede con los volúmenes requeridos, que son los mismos realizados por Jan De Nul.
China y Estados Unidos afuera
Otra particularidad del pliego tiene que ver con aquellas cláusulas que parecieran escritas con el fin de espantar a algunos oferentes en particular.
La dragadora china Shanghai Dredging y el propio Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos quedan fuera por la prohibición de participar a las empresas directa o indirectamente controladas por estados soberanos.
Incluso los chinos tienen un doble veto porque no pueden presentarse quienes tengan sanciones y se encuentra incluidos en listas elaboradas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de los Estados Unidos. Aquí podría decirse de todos modos que sacar a los chinos del juego es para celebrar.
A DEME Dredging también le pusieron un cepo. Hace un par de meses, la dragadora belga presentó una nota formal al gobierno afirmando que podría realizar el mismo trabajo que actualmente lleva a cabo Jan De Nul, pero un 30% más barato. La respuesta de pliego en los criterios de selección es darle al precio un escaso 0,15 dentro de la polinómica para determinar la mejor oferta.
En la definición del tipo de dragas también hay un guiño a Jan De Nul. Al gobierno no debiera importarle si los equipos son viejos o nuevos, sin embargo, pide una flota moderna de poco calado cuando esto ingresa dentro del riesgo empresario propio de la licitación.
En este mismo rubro, el requisito sobre las dragas de ultra baja emisión también calzan como anillo al dedo con los equipos que hoy tiene posicionados Jan De Nul en Argentina.
Otra cuenta amañada favorece al actual prestatario del servicio. Eso es así porque si se calcula el índice el único que sale bien es Jan De Nul porque tiene poca deuda.
La siguiente cláusula de la licitación pudo haberse reemplazado con este texto: “El único representante técnico autorizado es el de Jan De Nul". Es porque se trata del único en capacidad de cumplir con los requisitos del pliego.
Se trata de licitar la obra de infraestructura más importante de la Argentina y por lo tanto, ésta debiera abrirse a la mayor cantidad de oferentes para lograr la mejor ecuación entre costo y nivel de servicios. Es de esperar que las autoridades tomen nota de estas irregularidades.